Capítulo.-50
Vuelta a la normalidad.
Las
vacaciones han terminado y todos los habitantes, sin excepción, han vuelto al
encinar.
La
banda de “Los festines”, ha cumplido con creces la palabra dada a Don
Zacarías y en su quehacer diario han puesto afán y tesón, por lo cual, Don
Zacarías ha llegado a un acuerdo con ellos y han firmado un contrato indefinido
para seguir trabajando en El Encinar.
Los
descorchadores profesionales también se quedan, pero ahora con un
contrato indefinido y no como estaban antes, que trabajaban como autónomos y a
destajo.
El
cometido tanto de unos como de otros es que hay que limpiar el encinar de todo
los matojos que hay, con el fin de que todo él esté limpio y así poder
aprovechar mejor las bellotas y roturar una buena parte de él para sembrar todo
tipo de cereales.
Tanto
los descorchadores como los componentes de la famosa banda, llevan incluida una
clausula en su contrato según la cual tiene que asistir a las lecturas que en
la sala de video conferencias se den, que como todos sabemos son al atardecer.
Hoy
mismo están convocados a una de ellas con el fin de no cansarlos y para que se
vayan habituando a ellas tienen que asistir a la primera, pero Don Zacarías les
ha dicho que es muy corta.
Una
vez que la jornada laboral ha terminado y dado que las jornadas son continuas,
a las tres estaban todos de vuelta de sus quehaceres, después de una esmerada
limpieza, el servicio doméstico y en el descampado que frente a la casona hay,
han sido agasajados todos ellos con unos entrantes de “ratones coloraos”, con
el fin de reforzar la sabiduría, cortesía de Don Zacarías, que piensa que los
“ratones coloraos” saben mucho y de los cuales en su momento compró varias
parejas para su reproducción los cuales tiene en una de las naves metidos en
grandes jaulas de acero reforzado y seguidamente y por cortesía de Don
Patrocinio se han servido lechones ibéricos, del propio encinar y con el
fin de que se hidraten convenientemente y remojen el gaznate de una forma
adecuada lo han acompañado con unas cuantas botellas de vino de buena calidad,
de postre y como es habitual unas bolitas de piensos sabor “FAISÁN”.
La
tarde y hasta la hora a la que está programada la lectura, a la cual todos los
habitantes tienen el deber de asistir, la mayoría de ellos la han pasado
dormitando.
Llegada
la hora de la lectura no ha faltado nadie y hoy ha corrido a cargo de Don
Patrocinio, quien comenzó a leerla una vez que Don Zacarías sacó del cajón el
símbolo de la gran arpía, símbolo que preside las lecturas, una vez realizados
los preparativos, Don Patrocinio dio comienzo a ella, no sin antes mostrar la
satisfacción que tenía por el gran trabajo realizado a lo largo de la temporada,
aprovechó la ocasión para comunicarles que al día siguiente y a la vuelta del
trabajo, les serian entregado a cada uno de ellos y sin excepción, mil euros en
un sobre cerrado como compensación por los sacrificios realizados en los meses
anteriores.
Sin
más dio comienzo a la lectura:
JUZGADO DE INSTRUCCIÓN Nº
002
ZORROS MONDIGO
JUICIO DE FALTAS
0000155/2009
COMPARECENCIA APUD ACTA
En
Zorros Mondigo, a 21 de septiembre de 2009, ante el Sr. Secretario, comparece
en este acto PATROCINIO HERRERO ZAPATERO
y manifiesta:
Que
en uso de las facultades establecidas en el artículo 281 de la Ley Orgánica del
poder judicial, efectúa la presente comparecencia por la que confiere su
representación en el procedimiento arriba indicado a favor del Procurador de
los Tribunales a LARA NINO, para que en su nombre y representación del/de la
compareciente, pueda seguir el procedimiento por todos sus trámites e
instancias, hasta que quede ejecutada la sentencia y bajo la dirección del
Letrado Sr. Mínguez.
Encontrándose
presente el procurador designado, manifiesta que acepta la representación.
Así
lo otorga en virtud de esta comparecencia que, después de leída y hallada conforme
la firma después de S. Sª. DE LO QUE DOY FE.
Hasta
aquí la lectura de hoy -dijo Don Zacarías- en cuanto a los mil euros que mañana
os haré entrega, al servicio domestico les descontaré a cada una de ellas la
parte proporcional correspondiente a lo que me costó la nueva cámara
fotográfica que por su culpa tuve que comprar.
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