lunes, 16 de abril de 2018

Capítulo.-13 La composición de los piensos "FAISÁN"


Capítulo.-13

La composición de los piensos "FAISÁN"             


Esta mañana he salido con mi perra a dar un paseo y al pasar frente a La Casa con tos, hemos visto a Don Zacarías ejercitándose, para estar en buena forma física, uno de los ejercicios que estaba practicando era encaramarse en el árbol que hay en el jardín, con una altura de más de tres metros, de un solo salto. Cuando nos ha visto ha dado un salto desde el árbol y ha caído a nuestro lado, salvando una distancia de más de nueve metros aproximadamente, una vez a nuestro lado nos rogó que le permitiéramos acompañarnos en el paseo que íbamos a realizar y así podríamos hablar distendidamente de temas que él consideraba de extrema importancia y que no convenía que nadie más que nosotros oyera
Más que permitirle Don Zacarías -le dije- le rogamos que nos acompañe, pues ya sabe que su compañía nos es sumamente grata.
Hasta que no hemos recorrido los cien metros que aproximadamente nos separaban desde los apartamentos hasta el campo libre, ninguno de los tres hemos hecho ningún comentario, pero una vez que nos encontramos en el campo y ya seguro de que nadie podía oírnos, Don Zacarías tomo la palabra y dijo:
El día que llegaron los piensos, no pude resistirme a la curiosidad, por mucho que lo intenté, de abrir un saco de los afamados piensos, con sabor a “Faisán” y comerme dos bolitas de ellos, bolitas que no pesan más que un gramo cada una de ellas, pero  inmediatamente noté, cual si de magia se tratara, que mis cuartos traseros de los que andaba renqueante a consecuencia de las vacunas que la Secretaria de Igual-da Doña Bibiana Aído ordenó ponernos, que mejoraban a marchas forzadas, los dolores y traumas cesaron de forma milagrosa e instintivamente comencé a pegar brincos y a correr como un poseso.
Dime Zacarías –le pregunté- y como es que os dejasteis vacunar impunemente.
Así me gusta, que me tutees pues no acabo, después de tantos años de llamarme Zacarías, a acostumbrarme a lo de Don Zacarías. Te explico la movida que allí tuvimos. Luchamos contra una docena de perros policías que nos rodearon, pastores nazis o alemanes creo que se llaman, que nazis por aquellas dependencias había por todos lados, se les notaba en los trajes que portaban, solamente les faltaba la esvástica, pero aunque en un principio conseguimos mantenerlos a raya y viendo que no podían con nosotros, pues en un momento noqueamos a cuatro o cinco de ellos, aparecieron otra docena de ellos con redes aceradas y nos las tiraron de tal forma que no pudimos esquivarlas y quedamos enredados en ellas y esa fue nuestra perdición, a partir de ahí nos dominaron y no hubo forma de evitar que nos vacunaran y nos pusieran los chips de identificación. Ese día he sufrido yo la mayor humillación de mi vida, una afrenta peor que si me hubieran bautizado con agua. Esto solamente es comparable con las afrentas que diariamente sufren los acusados de maltrato de violencia de género, que parece ser que aunque todos los días hay más de cuatrocientas denuncias relacionadas con la violencia de género y son detenidos instantáneamente, resulta que en la realidad trescientas cincuenta de ellas son falsas, aunque ocultan las encuestas, la verdad, siempre termina por imponerse y desde esa secretaría y desde ese ministerio, es desde donde se fragua todo esto. Eso sí, el Sr. del talante es el promotor de todas estas Leyes, que los de mi comunidad estamos soportando con estoicismo. En un descuido que tuvieron,  la red se metió como por arte de magia en mi maletín y en él sigue guardada todavía, ya le sacaré rendimiento en alguna ocasión, ya veremos.
En cuanto a los piensos con sabor a ratón colorao –prosiguió Zacarías- ya se sabe que el alquimista que los inventó es el mismo que el de los piensos con sabor a “Faisán”, con los de sabor a ratón colorao, me ha mejorado mucho la memoria, de tal forma que mi cerebro ahora es como una gran enciclopedia y he vuelto a recordar cosas que ya tenía olvidadas, hasta he recordado que esos piensos salieron publicados en la prensa por primera vez en tiempos de los GAL. De estos otros piensos con sabor a “FAISÁN”, mandé una bola de ellos al laboratorio de un amigo que al igual que el Sr. Rub  Al  Cabra es un alquimista afamado, pero que no se dedica a la política y me ha mandado la composición de ellos, os la voy a decir, pero os ruego que esto quede entre nosotros, ni los pericos deben enterarse y menos Lázaro que se pasa el día como una cotorra, aquí la tengo. 
Zacarías sacó un folio del bolsillo y me lo entregó. En él constaba la composición de los piensos:
   
    1.- Arroz chino, del que Felipe González fue el encargado de negociar el contrato en aquel viaje que hizo célebre, aquello de que no importaba que el gato fuera blanco o negro; lo que importaba era que cazara ratones.
   2.-  Conservantes: casi doce millones de votos o más.
   3.- Oxido férrico, proveniente de unos trenes de cercanías que unos desalmados     volaron en uno de los días más aciagos de la historia de España. De este  componente, solo se encuentran vestigios.
   4.-  Carne de Faisán, posiblemente criado en Irún.
   5.- Restos de pelo, en cantidades casi indetectables, posiblemente de la cabeza de Rub Al Cabra. Esto a falta de realizar pruebas de ADN, NO ES DEFINITIVO.
   6.-Aromatizantes: Titadyn.
   7.-Y vale ya. (Ignoro que componente es este).
   
    Una vez leído se lo he devuelto, lo ha guardado en el bolsillo del que lo sacó y dijo:
   
      DESDE AHORA, QUE YA HACE BUEN TIEMPO Y HASTA QUE LLEGUEN LOS NUEVOS FRÍOS, LAS LECTURAS SE HARÁN EN EL JARDÍN, AL ANOCHECER.
     







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